03 diciembre 2006

Restaurante En Bandeja

El restaurante En Bandeja es uno de mis favoritos. Por la comida y, sobretodo, por su decoración y ambiente.

Se encuentra en un lugar remoto y poco atrayente: un polígono industrial de Alcobendas. Sin embargo, el esfuerzo de localizarlo merece la pena. Si durante la semana suele estar casi lleno con la gente proveniente de las empresas de la zona, en fin de semana (sábado) es difícil que llegue a estar a media ocupación. Al menos, así lo recuerdo en las veces en que hemos ido.



Por la noche, algunos viernes y sábados, hay actuaciones de música en vivo. En mi caso, hemos coincidido con algunas actuaciones de jazz, realmente prescindibles pero al menos no molestas (volumen adecuado, música que acompaña la cena sin impedir una conversación que puede seguir, pues la interpretación no suele ser precisamente algo que te absorba).

El resto de los días suele haber música de fondo pero, a diferencia de muchos locales donde cada vez la música es más protagonista y la comida menos, consiguen mantener el volumen a raya y la selección no suele defraudar. Tendencia jazzie o pop suave.

La comida destaca por su presentación, por la calidad y por tender más a lo sano que a lo contundente aunque con raciones más que suficientes. Abunda la condimentación con hierbas y los toques ligeramente orientales, aunque la carta cambia a menudo.

Los postres son excpcionales, de los mejores que he probado (a pesar de que el dulce no me apasiona).

Tras la comida, si has tenido suerte y estás cerca del gran ventanal con vistas al jardín interior, las vistas a la vegetación de un lado y a la variada decoración del local, por otro, permiten disfrutar con calma y una copa, de una agradable conversación.

Por último, el restaurante tiene otra característcia diferencial: también es una tienda donde puedes comprar lo que ves; tanto la cubertería como las mesas y las sillas donde has comido, el perchero o los sofás... En la trastienda, la venta se completa con otros objetos y ropas variados y casi inclasificables. En resumen, en lugar que aún no me ha defraudado, ni en ambiente ni en comida.

1 comentario:

Danelí dijo...

vengo desde un lugar realmente remoto:
el sur del sur (Puerto Montt, Chile, América del Sur)

me quedo con el jazz,
un bocado salado (pues el dule tampoco me apasiona)-ojalá una tabla de quesos
y una copa de vino tinto...

Un beso y abrazo