25 noviembre 2006

La originalidad como defecto

En un mundo cada vez más igual, global, homogéneo... llama la atención la increíble necesidad de diferenciación, de individualidad, de originalidad que posee a la gente de hoy y, especialmente, a los más frustrados consigo mismo. Es lo que lleva al exhibicionismo permanente, a "jackass", a los reality...

Por eso, desde el silencio y la discreción, creo que la opción realmente innovadora y original es diluirse, desaparecer en la masa, existir solo en la medida que no existes para los demás.

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