Si paseais por el centro de Madrid y caeis cerca de la calle Luchana 28, a la altura de Santa Engracia, no dejeis de visitar esta tienda.
Si os gusta o quereis comprar algún vino o licor, la experiencia merece la pena. Es un lugar agradable en el que reina la paz y el silencio. No hay música; no hay mucha gente. Las conversaciones de los pocos paisanos que allí te encuentras forman un perfecto ruido de fondo sobre el que pasear, revisar y elegir entre la amplia variedad de licores: desde los más clásicos riojas hasta el cada días más "fashion" ví de gel; desde un knockando hasta un vino húngaro etiquetado en España con un nombre de sonoridad japonesa...
Un lejano fondo de tráficose cnfunde entre un ambiente de neón viejo que da esa extraña luminosidad que t erecuerda las tiendas y locales de los sesenta. Ppor un momento, te parece estar en la España de "La familia y uno más", pero con la capacidad de disfrute hedonista de hoy.
Ahora, a esperar que haga efecto el "caldo".
30 septiembre 2006
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario